sábado, 17 de abril de 2010

Restaurante Pateo de Cascalhais

Situado en la carretera de Elvas hacia Alandroal, a unos 16 kilometros de Elvas. Pasar de largo el cruce de Juromeña y a unos 2 kilometros justo después de un pequeño cruce, hay un cartel indicador a la izquierda, justo en lo alto de una pequeña loma.
Local rehabilitado, las cuadras de la antigua Heredade de Cascalhais, la casa con las chimeneas propias de la zona y el color blanco y azul característico del alentejo, precioso, unos arcos de ladrillo que sujetan el techo vano, el suelo de pizarra y unos grandes ventanales que llenan de luz y amplitud el local.
Los camareros, profesionales, hablan español. Una selección de fados muy bien escogidos a un volumen muy adecuado completan el romanticismo del local.
En su exterior una amplia explanada y terraza permite contemplar un bonito paisaje de olivos, alcornoques y del pantano de Alqueva.
Açorda alentejana, algo salada para nuestro gusto, una pena porque por lo demás estaba muy bien.
Bacallau a la Cascalhais, muy bien desalado, con tomate y patatas panaderas, bien.
Solomillo con ajo y pimentón tambien bien.
De postre, pudim de la abuela (el mas parecido a un flan español que he tomado en Portugal) y arroz con leche, buenisimo.
El café no desmerece el local.
Cordero asado y arroz de pato (para dos personas) son otros de los platos recomendables.
Las raciones son abundantes.
Precio con una botella de vino Casal García, postres, café y una copa para quien no conduce, 47 € que nos pareció justo.

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