Restaurante Churrasco de San Pedro

Situado en las afueras de Campo Maior, villa portuguesa del distrito de

Portalegre, en el Alto Alentejo, a unos 15 km de Badajoz. Villa emblemática de la Raia donde se instala una de las industrias del café portugués; la villa de "La fiesta de las flores", del imponente Castillo, rodeado de descuidadas murallas de la ciudad, y de la escalofriante Capilla de los huesos del siglo XVIII, repleta de huesos humanos y en la que reza escrito con costillas "nós ossos que aquí estamos, pelos vossos esperamos" (situada al lado de la iglesia Matriz), también merece mención la Iglesia de San Juan.

Ya he dicho que las murallas están muy descuidadas, faltan carteles indicativos de los monumentos. El pueblo en sí, es bonito, con calles estrechas, casas y balcones típicos.

Señalizado en el pueblo, pero es normal pedir información a los amables lugareños. a la salida de la villa pasada la zona industrial.

No voy a descubrir uno de los restaurantes típicos de Portugal para los pacenses, El Churrasco de San Pedro es un clásico de muchos años y en el encontramos clientela fundamentalmente española.

Dos salones, uno para fumadores y otro para no fumadores, y sorpresa.... un cuarto con televisión para los niños, aunque fuera también tiene mucho sitio.

Mesas corridas, manteles de papel, limpio, camareros con buen español, restaurante que cumple las espectativas de lo que los españoles entendemos por un restaurante portugués.

La carta en portugués, ingles y español, y además nos sorprende que tienen medios platos en algunas de sus variedades, lo que es de agradecer para degustar varios de ellos.

Es famoso por su bacalao, se dice que el mejor en muchos kilómetros a la redonda.

Entrantes, platito de gambas 2,30 € y paté de la casa (de palitos de surimi, mayonesa, rico) 1,50 €

Pedimos arroz con bacalao para dos (cometimos el error de pedir para dos) y nos servimos dos platos cada uno de un arroz que aunque es de grano largo, está bien tomado, en su punto y con bacalao, no espinazo o falda de bacalao, sino bacalao y prácticamente sin espinas (solo yo encontré dos, porque soy muy especial para las espinas), 18 €

Ya estábamos llenos, pero ver pasar delante de nosotros tanta cosa buena y rica, esas brochetas enormes, vistosas y aromáticas, ese bacalao grelado, asado entero o desmenuzado, esos medallones de carne.... Al final pedimos medio plato de medallones de solomillo de cerdo con una salsa que nos recomendó el camarero a base de una vinagreta con ajo y pimienta. Si deliciosa estaba la carne, no menos estaba la verdura o las patatas de guarnición, parecidas a las "patatas a la importancia" sin salsa, 8 €.

Pan de lo mejorcito que hemos comido en Portugal.

Lo regamos con una botella de vino verde 7 €

!Que mala es el hambre!

Ya puestos en la gula pedimos la carta de "sobremesas" y el bolo de bolacha fue el elegido, 3 €, que es mi debilidad, pero para compartir. Pasaban por nuestras narices "baba de camelo", diversas tartas, mus de chocolate, molotof, "caliente y frío" fresas....

Café espeso, fuerte, aromático, pero tibio, 0,70 €.