Situado en la zona de la Playa del Palo, carretera de Almería 99, al final del paseo marítimo.
Restaurante curioso, los camareros van con los platos, "llevo chanquetes", "adobo llevo adobo", "sardinas llevo sardinas" y detrás sale otro diciendo "y yo lo cobro".
Con este sistema y precios fijos por plato, enseguida que consigues mesa (lo mas dificil) te pones a comer, pero ojo que parece que te entran las prisas por comer.
El ideal es juntarse una masa crítica de 6 (depende de lo comilones que seamos claro) y probar de varios platos, huevas, calamares, mejillones, sardinas.......
Al final de la comida, cuando ya flojea la cosa, puedes decirle al camarero que te traiga algun plato en concreto, rosada, langostinos tigres.....
El camarero de las bebidas es diferente a los que traen la comida.
El postre hay que levantarse a por el a un lugar determinado y pagarlo aparte.
Al final llamas al/la "y yo lo cobro", y empieza a sumar, jarras de cerveza y platos consumidos (distinto valor según su tamaño, ojo, un langostino tigre, o la langosta, no valen igual que unas gambas) con una rapidez asombrosa.
En resumen, es un sitio típico y muy curioso pero para ir una vez y conocerlo, si voy otra vez, procuraré ir en dia laboral.
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